Cuando el niño tonto te sale listo y viceversa.

A veces la vida da unas sorpresas inesperadas, donde parecía que no, era donde había y al contrario.

Esto mismo creemos en el Universal que esta sucediendo con nuestros representantes políticos progresistas en Madrid. Aparentemente el muy ilustrado, experimentado, docto, de currículum amplio, que salio como diputado socialista y que parecía que pondría a las Pitiuses de nuevo en órbita ¡Nada! se le ve poco, sus iniciativas se han limitado a una rueda de prensa con su compañero mallorquín, el cual ponía una cara de desconcierto como pensando ¿que hago yo aquí? y ¿para me han traído? Proponiendo por decimonovena vez lo mismo, que no es otra cosa que más cemento, promesas que por haberlas oído ya por su boca además de aburridas resultan poco creíbles, eso si tres fotos de periódico en un día reafirmando la imagen de político superficial que siempre ha tenido.

Por el otro costado, el SENADOR, que no sabemos si sus gestiones darán resultados positivos o no, pero que rezuma ganas de trabajar de estar con la gente de hacer propuestas, lo mismo se reune con un Ayuntamiento que con un colectivo y allí donde va sale con una nueva iniciativa que dice que trasladará en forma de propuesta al Senado. Creemos que ha interiorizado que tiene que dejar oír la voz de Eivissa y Formentera en la cámara alta, para hacerlo sabe que sólo tiene tres años y que no piensa defraudar. Por ello se entrega a la tarea como niño con zapatos nuevos.

Una vez más se cumple esa máxima de salir listo el hijo que parecía tonto, y tener que depositar la confianza en aquel que a priori no confiabas. Que al final entre uno y otro esta la capa de funcionario del diputado y la de ejecutivo de banca en el senador, a uno le sirve el cumplir pero al otro le exigen resultados.